Los síntomas son muy diversos. Uno de los más habituales es la diarrea (a veces con moco o, incluso, sangre), pero hay otros:
Dolor abdominal
Fiebre
Cansancio
Picazón en la zona genital y ano (en el caso de las lombrices)
Picores
Déficits de nutrientes
Anemia
Si los parásitos afectan a otros órganos además del aparato digestivo la variedad de síntomas es mayor. Por ejemplo, si tenemos piojos, los síntomas más habituales son picor en el cuero cabelludo. La toxoplasmosis, uno de los parásitos también más conocidos, sobre todo, por las embarazadas, puede producir fiebre, fatiga, ganglios inflamados o dolor de cabeza. Otro parásito también provocado por la picadura de un tipo de mosquito y que provoca una enfermedad denominada leishmaniasis afecta a la boca, a la piel o las vísceras. Las personas que la padecen pueden tener síntomas como llagas, erupciones, agrandamiento del bazo, ganglios inflamados, pérdida de peso, entre otros.
Otra enfermedad muy grave provocada por parásitos es la hidatidosis. Los síntomas dependerán del órgano comprometido. Puede provocar quistes en el hígado, ictericia (color amarillento de la piel), picor, molestias abdominales. También puede producir quistes en los pulmones. La rotura de estos puede producir desde tos, urticaria hasta una reacción anafiláctica.