¿Qué es la Hepatitis A y cómo afecta al hígado?

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Hepatitis A

La hepatitis A es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Aunque muchas veces se pasa por alto por considerarse “leve”, puede causar síntomas severos, especialmente en adultos, y representa un importante problema de salud pública.

El virus se propaga principalmente por vía fecal-oral, es decir, al consumir alimentos o agua contaminados con heces de una persona infectada. También puede transmitirse a través del contacto cercano con personas infectadas, incluso si no presentan síntomas.

Los brotes suelen estar relacionados con la manipulación inadecuada de alimentos o el consumo de mariscos crudos contaminados.

Síntomas más comunes

Los síntomas pueden aparecer entre 2 y 7 semanas después de la exposición al virus. Incluyen:

Fatiga extrema
Fiebre
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal
Ictericia (color amarillento en la piel y los ojos)
Orina oscura y heces pálidas

En muchos niños pequeños, la infección puede pasar desapercibida, pero en adultos puede provocar enfermedad más severa.

¿Cómo se previene?

La buena noticia es que la hepatitis A es altamente prevenible. Las principales medidas de prevención incluyen:

Vacunación: segura y efectiva, recomendada especialmente para niños, viajeros a zonas endémicas, y personas con enfermedades hepáticas crónicas.
Higiene personal: lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
Consumo seguro: evitar agua no tratada y alimentos crudos en lugares de riesgo.

Tratamiento y pronóstico

No existe un tratamiento específico para la hepatitis A. En la mayoría de los casos, el cuerpo combate el virus por sí solo y la recuperación completa puede tomar varias semanas o incluso meses. Muy rara vez, la infección puede evolucionar a una hepatitis fulminante, una forma grave que requiere atención médica urgente.

La hepatitis A sigue siendo una amenaza en muchas partes del mundo, pero con medidas adecuadas de higiene y vacunación, es posible mantenerla bajo control. Consultar con un profesional de salud es clave para saber si necesitas la vacuna, especialmente si tienes planes de viaje o alguna condición médica que aumenta tu riesgo.