Si cada vez que comes acabas con sensación de pesadez y te pasas la tarde ‘saboreando’ una y otra vez los platos que has ingerido al mediodía, está claro que sufres problemas digestivos.
En concreto, reflujo gastroesofáfico (ERGE). Una enfermedad que se produce como consecuencia de la relajación o debilidad del músculo que une el estómago con el esófago, responsable del paso de los alimentos.
Cuando el estómago está muy lleno, se favorece el ascenso de los ácidos gástricos hacia el esófago, que puede verse dañado al no estar acostumbrado a soportar un PH tan bajo, y eso puede dar lugar a síntomas molestos.
Las molestias generadas por este problema digestivo suelen aparecer al menos una vez a la semana. Por ello, es importante proteger el esófago de ese daño producido por el contenido ácido del estómago.
El síntoma más frecuente de la ERGE es la pirosis, la sensación de ardor o acidez en la boca del estómago o en el centro del pecho.
Otros problemas que se asocian con la ERGE son el sabor ácido en la garganta, el dolor de estómago, en el pecho y al tragar, dificultad para tragar o atragantamientos, faringitis crónica, tos crónica, ronquera y asma, regurgitación de alimentos, neumonía, sinusitis crónica y despertarse con sensación de ahogo.
Un verdadero fastidio que puede convertir en una pesadilla cada comida y su posterior digestión, ya que estos síntomas ocasionan un deterioro en la calidad de vida, afectando especialmente a la alimentación.
De hecho, quienes lo sufren deben controlar mucho lo que comen: “sobre todo evitar las grasas, chocolates, menta, café, bebidas con gas, tomates o cítricos, que pueden contener ácidos que dañen al esófago.
También es frecuente que surjan problemas para conciliar el sueño. En personas con reflujo son habituales los despertares nocturnos y el no tener un sueño reparador.
Existe un importante número de personas que además de sufrir los síntomas después de comer, presentan reflujo por la noche al estar tumbados, de ahí que haya que evitar acostarse inmediatamente después de las comidas,
Asimismo el insomnio puede actuar como factor de riesgo a tener en cuenta en la ERGE, según un estudio publicado en mayo en la revista Sleep. En este trabajo se confirma la relación bidireccional entre los trastornos del sueño y la ERGE. Como consecuencia, es causa frecuente de absentismo laboral e incluso “puede disminuir el rendimiento”.
Por otro lado, para evitar el reflujo es muy importante el control de peso ya que, tanto el sobrepeso como la obesidad son considerados factores de riesgo, y se ha demostrado que cuando se adelgaza se obtiene un alivio importante.
También es aconsejable no ingerir grandes cantidades de comida, así como la práctica de ejercicio físico, vestir ropa amplia que no oprima el abdomen y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
Es importante proteger el esófago de ese daño producido por el contenido ácido del estómago.
De manera que en caso de padecer reflujo gastroesofáfico sería conveniente que acudieras al especialista para que te informara de los tratamientos disponibles.
FUENTE: YAHOO