La obstrucción en las vías biliares, consiste en que alguno de estos conductos queda obstruido y esto hace que la bilis quede retenida en el hígado y comience a acumularse.
La obstrucción de las vías biliares se presenta cuando el conducto que transporta la bilis del hígado al intestino delgado se encuentra bloqueado por un cálculo, tumor, herida o inflamación en cualquiera de los conductos.
La bilis contiene colesterol, sales biliares y productos de desecho como la bilirrubina. Las sales biliares ayudan a que el cuerpo descomponga las grasas. La bilis sale del hígado a través de las vías biliares y se almacena en la vesícula.
Cuando las vías biliares resultan obstruidas, la bilis se acumula en el hígado y se desarrolla ictericia (color amarillo de la piel) debido al aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre.
Los síntomas de la obstrucción en las vías biliares son variables.
Uno de los síntomas que aparece con más frecuencia es la ictericia donde la piel y los ojos se tiñen de un color amarillento, debido a la acumulación de bilirrubina.
La bilirrubina además es la que le darle color a las heces. Por eso, cuando se acumula en el hígado y no alcanza el intestino, la materia fecal torna de color pálido. Del mismo modo, es posible que la orina tenga un aspecto más turbio.
Algunas personas que sufren obstrucción en las vías biliares experimentan un dolor en el lado superior derecho del abdomen. Puede ser que aparezcan náuseas, vómitos e incluso fiebre. También, la acumulación de ácidos biliares también da lugar a un picor generalizado.
Posibles causas de la obstrucción de las vías biliares:
Quistes de las vías biliares comunes
Inflamación de los ganglios en el hilio hepático
Cálculos biliares
Inflamación de las vías biliares
Estrechamiento de las vías biliares a raíz de cicatrización
Lesión por cirugía de la vesícula
Tumores de las vías biliares o del páncreas
Tumores que se han diseminado al sistema biliar
Gusanos (tremátodos) en las vías biliares y en el hígado.