Existen varias causas que provocan distensión o hinchazón abdominal. Algunas incluso son graves. Si lo asocias a otros síntomas, consulta tu médico.
Si eres una de esas personas a las que se les hincha la barriga por las tardes y, sobre todo, después de comer, sabrás lo molesto que es. Hay que soltarse los pantalones, huyes de la ropa ajustada e, incluso, puedes sentir dolor. La distensión abdominal, que así denominamos los médicos al vientre hinchado, es un verdadero incordio para muchas personas. Y no solo eso. Hay que estar atento porque también puede deberse a un problema de salud, ya que no siempre es debido a los gases.
Te explicamos cuáles son las causas y cómo puedes evitar que se te infle la tripa todos los días.
Causas del vientre hinchado
En la mayoría de las ocasiones, los culpables son los gases. Una acumulación de gas en el intestino grueso o colon hace que este se hinche y el abdomen se distienda provocando esta sensación incómoda. Pero la pregunta es ¿por qué acumulamos gas en la barriga?
Existen diferentes razones pero, la fundamental, es la dieta y cómo comemos. Por ejemplo, al comer deprisa y mal, apenas se mastican los alimentos. Esto hace que se degluta mucho aire que acaba transformándose en gas en el colon.
El tipo de alimentos también influye. De hecho, hay personas que sufren intolerancias o alergias alimenticias que pueden dañar el aparato digestivo y provocar distensión abdominal. Es el caso de la celiaquía o la sensibilidad al gluten así como la intolerancia a la lactosa.
Por otro lado, las malas digestiones, que al final pueden traducirse en flatulencias, hinchazón y retención de líquidos, puede deberse a la deficiencia de algunas enzimas encargadas de digerir las grasas, hidratos de carbono o proteínas.
Asimismo, los problemas intestinales como el síndrome de intestino irritable o la Enfermedad de Crohn son otras de las causas que pueden propiciar el vientre hinchado. «Lo ideal es que un médico realice el diagnóstico, sobre todo, si la hinchazón viene acompañada de dolor o cambios en el ritmo intestinal, por ejemplo, diarreas. El especialista analizará los antecedentes del paciente, realizará una exploración física y analítica y, probablemente, pedirá la realización de una endoscopia o colonoscopia. Son pruebas incómodas pero, en la actualidad, en la mayoría de centros, se realizan con sedación, de forma ambulatoria y la recuperación es rápida.