La pancreatitis aguda es una condición inflamatoria del páncreas que puede ser grave y potencialmente mortal. El páncreas es un órgano ubicado en la parte superior del abdomen que produce enzimas digestivas y hormonas importantes, como la insulina.
La pancreatitis aguda puede ser causada por diferentes factores, siendo los cálculos biliares y el consumo excesivo de alcohol las causas más comunes. Cuando ocurre un bloqueo en los conductos pancreáticos, las enzimas digestivas se acumulan y pueden dañar el tejido pancreático, desencadenando la inflamación.
Los síntomas de la pancreatitis aguda pueden variar, pero generalmente incluyen dolor abdominal intenso y persistente, náuseas, vómitos, fiebre y distensión abdominal. En casos graves, puede haber complicaciones como infecciones, sangrado interno, insuficiencia orgánica e incluso la muerte.
El diagnóstico de la pancreatitis aguda se realiza a través de pruebas de laboratorio que miden los niveles de enzimas pancreáticas, como la amilasa y la lipasa, así como mediante imágenes como la ecografía abdominal, la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
El tratamiento de la pancreatitis aguda generalmente se lleva a cabo en el hospital y se centra en el alivio del dolor, la hidratación intravenosa, el reposo intestinal y la administración de medicamentos para controlar la inflamación y prevenir complicaciones. En algunos casos graves, puede ser necesaria la cirugía para drenar abscesos o remover tejido dañado.
Es importante destacar que la pancreatitis aguda requiere atención médica inmediata. Si se presentan síntomas de dolor abdominal intenso y persistente, es fundamental buscar atención médica de emergencia para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno. Además, se recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol y llevar una dieta saludable para prevenir la recurrencia de la enfermedad.