Las enfermedades hepáticas son aquellas que afectan al hígado, impidiendo que este trabaje o funcione bien.
Las enfermedades hepáticas más común son la hepatitis A, B y C, la cirrosis, el carcinoma hepatocelular, la ictericia, el hígado graso y la hemocromatosis.
Los virus, alteraciones genéticas, exceso de grasa, consumo excesivo de alcohol y el cáncer de hígado primario (carcinoma hepatocelular), son amenazas para la salud del hígado. El carcinoma hepatocelular es un problema grave, debido a que es la tercera causa de muerte derivada de cáncer en todo el mundo.
Las enfermedades del hígado tienen capacidad para autorepararse, por esto es importante prestarle atención ya que hasta que la función hepática no falla no se conocerá que existe un problema en el órgano. De esta forma, hasta que no aparece una enfermedad grave como el cáncer de hígado, los problemas hepáticos pasan completamente desapercibidos.
El dolor abdominal, el color amarillo de la piel o los ojos o los resultados anormales de las pruebas de la función hepática pueden sugerir que usted padece una enfermedad hepática.
Síntomas de las enfermedades hepáticas
Existen algunos síntomas que definen las enfermedades hepáticas:
Náuseas y mareos, que pueden ocasionar vómitos
Dolor intenso en el abdomen
Ictericia, que consiste principalmente en la coloración o tono amarillento de la piel por el aumento de la cantidad de bilirrubina en la sangre
Picor en la piel
Sensación de fatiga
Facilidad para tener hematomas y para el sangrado.