Se trata de un estudio que nos aporta mucha información sobre el equilibrio del ecosistema intestinal. Nos valora cualitativamente (distintos grupos funcionales de bacterias, hongos, levaduras) y cuantitativamente (número de colonias) qué tenemos habitando nuestro ecosistema intestinal. Analiza tanto los microorganismos con funciones beneficiosas para nuestra salud, como aquellos potencialmente patógenas.
Al desequilibrio de este ecosistema intestinal se le llama disbiosis intestinal y está relacionado con nuestra salud general. La microbiota es capaz de modular la inmunidad, el metabolismo y está implicada en la digestión y absorción de nutrientes.
Este estudio también se miden otros parámetros cómo la permeabilidad intestinal, si hay presencia de parásitos, presencia de metabolitos con carácter tóxico, nuestra respuesta inmunitaria de mucosas, si estamos haciendo correctamente nuestras funciones digestivas y absortivas y si existe inflamación intestinal. Sin duda, una gran fuente de información sobre nuestra salud.
¿Cómo se realiza?
Esta prueba se realiza con una muestra de heces, se envía al laboratorio y tardan unas 3-4 semanas en darnos los resultados.
Es importante cuidar la salud de nuestra microbiota, un aspecto que, hasta hace no mucho tiempo, no teníamos demasiado presente. Pero cada vez tenemos más en cuenta su papel, por ejemplo, en la prevención de enfermedades. Por eso, cada vez más especialistas recomiendan la realización de un estudio de la microbiota.