Un balón gástrico, también conocido como balón intragástrico, es un dispositivo médico utilizado en el tratamiento de la obesidad. Consiste en una esfera de silicona o plástico blando que se coloca en el estómago y se llena con líquido o aire para ocupar espacio en el estómago, lo que proporciona una sensación de plenitud y reduce el apetito.
El procedimiento de colocación del balón gástrico es relativamente sencillo y se realiza endoscópicamente, es decir, mediante la introducción de un endoscopio a través de la boca hasta el estómago. Una vez en el estómago, el balón se infla con líquido o aire y se asegura en su lugar. Por lo general, el balón permanece en el estómago durante un período de tiempo limitado, que suele ser de seis meses.
Durante el tiempo que el balón está en el estómago, el paciente puede experimentar una sensación de plenitud más rápida al comer, lo que lleva a una ingesta de alimentos reducida y, en última instancia, a la pérdida de peso. Es importante tener en cuenta que el balón gástrico no es una solución permanente para la obesidad y se utiliza principalmente como una herramienta temporal para ayudar a los pacientes a adoptar cambios en el estilo de vida y perder peso.
Es fundamental que el paciente siga una dieta adecuada y realice cambios en su estilo de vida mientras el balón está en su lugar. También se recomienda un seguimiento médico regular para monitorear el progreso y abordar cualquier problema o complicación que pueda surgir.
Es importante destacar que el balón gástrico no es adecuado para todos los pacientes y debe ser utilizado bajo la supervisión de un médico especializado en obesidad. Además, puede haber riesgos y complicaciones asociados con el procedimiento y el uso del balón, como náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras estomacales o perforación gástrica. Por lo tanto, es fundamental que cualquier persona interesada en este procedimiento consulte con un especialista para evaluar si es una opción adecuada en su caso particular.
