Fuerte y resistente, así debe estar tu corazón para poder afrontar los envites de la vida. El descanso nocturno -de calidad- es determinante.
Las dolencias cardíacas son la primera causa de muerte, en concreto aquellas relacionadas con el corazón o con los vasos sanguíneos. Muchas de ellas se pueden prevenir con hábitos sencillos como el descanso nocturno pero, ¿cuánto hay que dormir?, ¿mucho?, ¿poco?, ¿en un único bloque o por tramos?
Investigadores españoles revelan cuántas horas seguidas de sueño nocturno hay que dormir para proteger el corazón. Ni ocho, ni diez, ni tantas como puedas aguantar. Quedarse corto es igual de malo que pasarse las horas muertas tendidas en el catre.
Dormir siete horas seguidas por la noche es lo que aconsejan investigadores del Hospital Universitario Miguel Servet para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Tras una exhaustiva investigación, los expertos han comprobado que las personas que duermen 7 horas al día tienen un menor riesgo de presencia de placas de aterosclerosis en arterias coronarias. Y esto es importante, porque la acumulación de colesterol en la pared de las arterias (ateroma) es un claro marcador de riesgo cardiovascular y preceden al desarrollo de infartos, ictus y otras enfermedades.
Además, el sueño corto –menos de 7 horas– se asocia a obesidad e hipertensión y el sueño largo –8 horas o más– a una mayor incidencia de diabetes tipo II.
Los autores llegaron a estas conclusiones tras analizar la relación entre la cantidad de horas de sueño nocturno de 1.968 trabajadores varones de entre 40 y 60 años y su salud cardiovascular, sin incluir las siestas.
Ahora, los investigadores han establecido de forma científica la cantidad de sueño adecuada para prevenir la aterosclerosis. “La aparición de placa de ateroma es un factor de riesgo determinante de enfermedad cardiovascular porque esas placas se pueden romper y bloquear la vía y es cuando se produce, por ejemplo, los infartos de corazón”, advierte Belén Moreno, del Centro de Investigación Biomédica en Red del grupo de enfermedades cardiovasculares (Cibercv).
Veamos qué pasa si cotejamos los resultados de este estudio con lo que la National Sleep Foundation dice que tienen que dormir las personas sanas con sueño normal.
La duración del sueño apropiado para los recién nacidos es de entre 14 y 17 horas.
Los bebés entre 12 y 15 horas.
Los niños pequeños entre 11 y 14 horas.
Los niños en edad preescolar entre 10 y 13 horas y en edad escolar niños entre 9 y 11 horas.
Para los adolescentes, de 8 a 10 horas se considera apropiado.
De 7 a 9 horas para adultos jóvenes y de 7 a 8 horas de sueño para adultos mayores.
No obstante, los especialistas indican que no hay un número mágico, cada uno de nosotros tiene su propio patrón de sueño, y que dormir ocho horas -o la mencionadas 7 horas seguidas del estudio español- podría ser antinatural porque históricamente nuestro cuerpo está ‘programado’ para dormir en dos tramos (sueño segmentado), por lo que los despertares nocturales estarían totalmente justificados y no indicarían ningún tipo de trastorno.
DE YAHOO