Ritmo cardíaco irregular

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Ritmo cardíaco irregular

El ritmo cardíaco irregular, también conocido como arritmia, se refiere a cualquier patrón anormal en el latido del corazón. Normalmente, el corazón late de manera regular y constante, con un ritmo que se origina en el nodo sinusal, un pequeño grupo de células en la parte superior del corazón que actúa como el «marcapasos natural» del órgano. Sin embargo, cuando el ritmo cardíaco se vuelve irregular, los latidos pueden ser demasiado rápidos, demasiado lentos o desiguales en cuanto al espacio entre ellos.

Existen varios tipos de arritmias, que incluyen:

  1. Taquicardia: En esta condición, el corazón late más rápido de lo normal. Puede ser causada por el estrés, la fiebre, la cafeína, ciertos medicamentos o problemas cardíacos subyacentes.
  2. Bradicardia: En la bradicardia, el corazón late más lentamente de lo normal. Puede ser causada por afecciones como la enfermedad del nodo sinusal o el bloqueo cardíaco.
  3. Fibrilación auricular (FA): Esta es una arritmia común en la que las aurículas del corazón laten de manera irregular y rápida. Puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares.
  4. Flutter auricular: Similar a la fibrilación auricular, pero con un patrón de latidos auriculares más organizado y rápido.
  5. Extrasístoles: Son latidos cardíacos prematuros que pueden sentirse como un «salto» en el corazón.
  6. Taquicardia ventricular: En esta arritmia, los latidos rápidos ocurren en las cavidades inferiores del corazón (los ventrículos). Puede ser potencialmente mortal.
  7. Fibrilación ventricular: Es una arritmia extremadamente grave que causa latidos ventriculares rápidos y caóticos. Puede llevar a una parada cardíaca repentina.

El ritmo cardíaco irregular puede ser asintomático en algunos casos o provocar síntomas como palpitaciones, mareos, desmayos, fatiga y dificultad para respirar. La gravedad de una arritmia depende del tipo y de la salud general del paciente. El diagnóstico y el tratamiento se basan en la causa subyacente y la gravedad de la arritmia. Pueden incluir medicamentos para controlar el ritmo cardíaco, procedimientos como la ablación por catéter, dispositivos implantables como marcapasos o cardioversores-desfibriladores, y en casos extremos, cirugía cardíaca. El manejo de una arritmia generalmente es realizado por un cardiólogo especializado en trastornos del ritmo cardíaco.