La combinación de distintos factores considerados de riesgo inciden en la aparición de las enfermedades cardiovasculares.
Estos factores conductuales pueden derivar a lo largo del tiempo en patologías como la hipercolesterolemia, la hipertensión o la diabetes (factores de riesgo metabólico), multiplicando el riesgo de sufrir un evento cardiovascular.
Tras investigaciones realizadas en diversos estudios, se ha demostrado que las enfermedades del corazón se pueden prevenir a través de diferentes métodos relacionados con el estilo de vida (50%) y con los tratamientos farmacológicos (40%).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado que el 80% de los eventos cardiovasculares prematuros podrían evitarse a través de las estrategias mencionadas.
El objetivo primordial debe ser evitar un evento cardiovascular. Hay que concientizar a través de programas que transmitan la importancia de llevar un estilo de vida saludable para la prevención de enfermedades.