La hiperlipidemia son niveles anormalmente elevados de cualquiera o todos los lípidos como las grasas, colesterol o triglicéridos o lipoproteínas en la sangre.
Cuando los niveles son muy altos pueden poner a las personas en riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o un derrame cerebral.
La hiperlipidemia suele ser crónica y requiere medicación continua para controlar los niveles de lípidos en sangre.
Las hiperlipidemias se dividen en dos subtipos primarios y secundarios.
La hiperlipidemia primaria se debe a causas genéticas.
La hiperlipidemia secundaria surge debido a causas subyacentes, como la diabetes.
Las anomalías de lípidos y lipoproteínas son comunes y se consideran factores de riesgo de enfermedad cardiovascular debido a su influencia en la aterosclerosis.
La hiperlipidemia puede ser idiopática, es decir, sin una causa conocida.
Las hiperlipidemias también se clasifican según qué tipos de lípidos están elevados, es decir hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia o ambas en hiperlipidemia combinada.
La hiperlipidemia es causada por el exceso colesterol y grasa, por ejemplo, carne, queso, crema, huevos y mariscos, o cuando el cuerpo produce demasiado colesterol y grasa, o ambos.
Las grasas no se disuelven en agua. Para que las grasas puedan ser transportadas por la sangre, se tienen que combinar con otra sustancia llamada proteína para crear una lipoproteína. El cuerpo tiene tres clases de lipoproteína:
Lipoproteína de baja densidad (o LDL)
Lipoproteína de alta densidad (o HDL)
Triglicéridos