La hipertensión arterial y la dieta

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La hipertensión arterial y la dieta

Está comprobado que el hacer cambios en tu dieta te ayuda a controlar la hipertensión arterial, puede bajar de peso y disminuir la probabilidad de sufrir una enfermedad cardíaca y un accidente cerebrovascular.

Tu médico te puede remitir a un nutricionista, quien puede ayudarte a crear un plan de comidas saludables.

La dieta DASH baja en sal de los enfoques dietéticos para detener la hipertensión ha demostrado que ayuda a bajar la presión arterial. Con esta dieta los resultados algunas veces se ven al cabo de unas cuantas semanas.

La dieta es rica en nutrientes y fibra. También incluye alimentos que son más ricos en potasio, calcio y magnesio, y baja en sodio (sal).

Si padeces de hipertensión es necesario que controles tu peso ya que ambos factores van muy ligados. Las personas con sobrepeso tienen el riesgo de dos a seis veces mayor de padecer hipertensión y los estudios demuestran que una reducción de peso en personas con sobrepeso y obesidad se acompaña de una reducción de la presión arterial.

El alcohol, vino y la cerveza, en cantidades moderadas, son beneficioso para la salud cardiovascular, pero si superamos las dos copas de vino diarias puede resultar peligroso y potenciar el riesgo de padecer o de agravar la hipertensión. Debes moderar o evitar el consumo de alcohol tanto para prevenir como para mejorar la hipertensión.

Hay que llevar una dieta cardiosaludable, ya que la hipertensión es un factor de riesgo cardiovascular, por eso recomendable llevar una dieta baja en sal para evitar otras enfermedades que empeoran la salud de nuestro sistema circulatorio y aumentaran nuestro riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Se recomienda llevar a cabo una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y baja en grasas saturadas.

Evita los embutidos, los lácteos enteros, las carnes grasas

Consume como mínimo pescado de 3-4 veces a la semana

 Escoge aceite vegetales, preferentemente aceite de oliva, para cocinar y aliñar tus platos.

Modera tu consumo de grasas escogiendo cocciones como hervido, a la plancha, parrilla, y evitando o moderando los fritos.