Muchos hombres sienten vergüenza de hablar de sus problemas de erección porque casi siempre piensan que es un tema de pérdida de la potencia sexual, sin embargo esto puede ser una señal de que existe un problema cardíaco.
Para que se produzca una erección tiene que haber un buen flujo sanguíneo capaz de llenar el tejido eréctil, y si esto falla es difícil conseguir o mantener la erección. Siendo esto un síntoma para consultar un cardiólogo que te asegure de que no existe ninguna obstrucción cardíaca.
Se considera que la disfunción eréctil puede ser un marcador que avisa de alguna patología coronaria, ya que comparte con la enfermedad cardiovascular los mismos factores de riesgo, entre los que destaca la hipertensión.
La disfunción eréctil es la incapacidad del hombre de conseguir una erección o bien de finalizar el coito. Esta patología no siempre es síntoma de un problema cardiovascular pero existen múltiples disfunciones eréctiles que tienen que ver directamente con un origen cardiovascular.
Las situaciones que más frecuentemente producen disfunción eréctil son: enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos y restringen el flujo sanguíneo hacia el pene, como la diabetes, la hipertensión (tensión arterial alta), el exceso de colesterol o las enfermedades cardíacas. Muchos medicamentos (algunos de ellos empleados para tratar la hipertensión y las depresiones) causan disfunción eréctil entre los efectos secundarios no deseados.