Hipertensión: ¿por qué es un factor de riesgo para la salud?

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Hipertensión

La hipertensión arterial, conocida también como presión arterial alta, es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. A pesar de su alta prevalencia, muchas personas desconocen que la padecen, lo que la convierte en una amenaza silenciosa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 1.280 millones de adultos en el mundo tienen hipertensión, y cerca del 46% no lo saben. La presión arterial se considera alta cuando los valores superan los 140/90 mmHg en repetidas mediciones.

¿Por qué es peligrosa?

El problema de la hipertensión no es solo el número en el tensiómetro, sino el daño que puede causar con el tiempo. La presión elevada fuerza al corazón a trabajar más, lo que puede conducir a un engrosamiento del músculo cardíaco, daño en las arterias y, en casos graves, a infartos y fallos cardíacos. Además, puede afectar órganos como los riñones, los ojos y el cerebro.

“Es como tener una tubería con demasiada presión: con el tiempo, esa presión constante puede causar fugas o romper el sistema”, explica la doctora Mariana Torres, cardióloga del Hospital General Universitario.

Factores de riesgo y prevención

Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar hipertensión incluyen una dieta alta en sal, obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, sedentarismo y estrés crónico. También hay un componente genético: si hay antecedentes familiares, el riesgo aumenta.

La buena noticia es que la hipertensión se puede prevenir y controlar. Cambios en el estilo de vida, como llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y reducir el consumo de sodio, pueden marcar una gran diferencia. En algunos casos, es necesario complementar con tratamiento farmacológico.

Controlar es prevenir

Los especialistas recomiendan medir la presión arterial al menos una vez al año en adultos, incluso si no presentan síntomas. Detectarla a tiempo permite iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones mayores.