El corazón no se va de vacaciones durante la Navidad. Todo lo que se coma o se tome de más, puede ser riesgoso para la salud cardiovascular.
Si está diagnosticado como hipertenso, es de por vida, sus hábitos deben ser siempre los mismos y no debe desordenarse porque está en época de festividades.
Tomar precauciones y ser conscientes de lo perjudicial que resultan los excesos para nuestro corazón es la mejor alternativa para llevar unas fiestas navideñas con tranquilidad.
Los pacientes con predisposición deben tener una dieta balanceada, tomar medicamentos, hacer ejercicio y controlar sus niveles de estrés.
Por esta razón, deben seguir estas recomendaciones claves para cuidar el corazón durante estas épocas navideñas.
Controle el estrés. Las emociones que se experimentan durante estas fechas pueden generar estrés en el organismo ya sea de manera positiva o negativa. Recuerde que la inhalación profunda y prolongada ayuda a regular el sistema nervioso.
No coma más de la cuenta. En las reuniones familiares, laborales o de amigos siempre hay pasabocas. En la mayoría de los casos la gente se relaja y come más de lo debido. Las comidas navideñas que incluyen, frituras como buñuelos y pasteles o dulces y postres, pueden alcanzar las 8.000 a 9.000 calorías. La presión arterial, los niveles de azúcar en sangre y la frecuencia cardíaca aumentan, lo que produce un aumento del trabajo para el sistema cardiovascular.
Ojo con el medicamento: los pacientes no toman su medicación en el horario habitual o lo que es peor, lo olvidan por completo. Esto pone en peligro su salud.
No deje de asistir a la consulta médica: En algunos casos los pacientes dicen, en enero retomo mi chequeo médico y empiezo juicioso con la dieta y el ejercicio. Si está diagnosticado como hipertenso, es de por vida, sus hábitos deben ser siempre los mismos y no desordenarse porque está en época de vacaciones. Recuerde que con la salud no se juega. A mayor demora es menor la posibilidad de remediar el daño del sistema cardiovascular.
Consejos…
Planifique sus comidas. La clave está en saber elegir y ser moderados.
No ayune ni se salte las comidas, aun cuando el día previo o la comida anterior haya sido abundante.
Evite las entradas copiosas ricas en fiambres y quesos.
ingiera vegetales crudos y frutas frescas en las comidas.
Para aderezar las ensaladas evite mayonesa u otras salsas. Utilice limón, mostaza o aceite de oliva y mida la cantidad (1 cucharada sopera por porción).
Evite la sal en la medida de lo posible.
Elija carnes magras.
Cuidado con los postres, las calorías se triplican fácilmente.
Regule la ingesta de alcohol. No más de 2 copas para el hombre y 1 copa para las mujeres por día.
Manténgase bien hidratado. Beber entre 2,5 y 3 litros de agua por día.
Preserve la actividad física habitual o incorpore caminatas diarias.
Respete la toma y los horarios de los medicamentos.