El electrocardiograma es una prueba sencilla que dura 3-4 minutos utilizada en cardiología desde hace mucho tiempo, que permite ver si existen diversas alteraciones cardíacas: en el sistema eléctrico del corazón, músculo cardiaco y en el ritmo del corazón.
Ahora la realización de un electrocardiograma en la consulta de cardiología es mucho más sencilla. Se pone al paciente en unas pequeñas pegatinas sobre el cuerpo y se conecta mediante unos cables a un dispositivo de pequeño tamaño.
Primero se colocan una serie de “pegatinas” (electrodos) sobre el cuerpo del paciente.
Luego estos electrodos (pegatinas) transmiten la actividad eléctrica del corazón al aparato de electrocardiografía.
Al final del proceso obtenemos las ondas eléctricas que reflejan la actividad del corazón.
Un aparato de electrocardiograma traduce la actividad eléctrica del corazón en trazados de líneas en papel o de forma digital. Los picos y caídas en los trazados de las líneas se llaman ondas y representan los estímulos eléctricos de las aurículas y los ventrículos.
Es decir la actividad eléctrica se registra desde la superficie del paciente y se analiza en papel o en la pantalla de un ordenador. Esta información es muy útil para el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades del corazón.