El aleteo auricular es uno de los trastornos del ritmo cardíaco caracterizado por un ritmo cardíaco anormal, que ocurre en la aurícula cardíaca.
Durante el aleteo auricular, la actividad eléctrica de las aurículas se encuentra coordinada. Las aurículas se contraen a una gran velocidad de 250 a 350 veces por minuto, demasiado rápida como para que todos los impulsos puedan llegar a los ventrículos a través del nódulo auriculoventricular.
En sus inicios, se asocia con una frecuencia cardíaca acelerada o taquicardia, por lo que cabe dentro de la categoría de taquicardia supraventricular.
El aleteo auricular es una arritmia frecuente en individuos con una cardiopatía de base, tal como la hipertensión, cardiopatía isquémica o miocardiopatía, pero puede ocurrir espontáneamente en personas con un corazón sin enfermedades. Por lo general no es un ritmo estable y frecuentemente degenera a una fibrilación auricular, sin embargo, con frecuencia persiste por meses y años.
El aleteo auricular es causado por un ritmo de re-entrada, ya sea en la aurícula derecha o la izquierda.
El impacto y los síntomas de un aleteo auricular dependen de la frecuencia cardíaca del paciente, el cual es una medida de la velocidad de contracción de los ventrículos en vez de las aurículas.
Si el aleteo auricular llega a 300 pulsos por minuto, solo se conducen la mitad de esos impulsos, haciendo que la frecuencia ventricular de contracción o frecuencia cardíaca sea de 150 lpm, dándole un bloqueo cardíaco de dos impulsos por cada una contracción. El objetivo de los fármacos que controlan al sistema de conducción cardíaco es aumentar ese último tipo de bloqueo.