La comunicación interventricular es la cardiopatía congénita más frecuente, caracterizada por el cierre incompleto del tabique interventricular pared que divide los dos ventrículos del corazón lo que permite la comunicación libre entre ambos ventrículos.
La comunicación interventricular puede formarse pocos días después de un infarto de miocardio (ataque al corazón) por el desgarre mecánico de la pared interventricular antes de que se forme la cicatriz característica de la enfermedad durante la remodelación del tejido muerto por macrófagos.
Un pequeño defecto de comunicación interventricular puede que no cause problemas graves, y muchos de ellos se cierran por su cuenta. Pero si la comunicación interventricular es mediana o más grande pueden necesitar reparación quirúrgica en una etapa temprana para prevenir complicaciones.
Los defectos del septo interventricular son prácticamente asintomáticos al nacimiento. Usualmente se empiezan a manifestar unas pocas semanas a partir del nacimiento.
Los síntomas de una comunicación interventricular en un bebé pueden ser:
Alimentación deficiente, retraso en el desarrollo
Respiración acelerada o falta de aliento
Cansancio fácil
Un bebé con un gran defecto generalmente se presenta acianotico, con retraso pondoestatural, hipersudoración y disnea, llegando en etapas tardías hacia la insuficiencia cardíaca.
La comunicación interventricular aparece en el feto durante su desarrollo cardíaco en la que al formarse las cámaras del corazón, permanece un orificio acuático que continúa presente hasta el nacimiento. La causa de este trastorno no se conoce.