El dolor de pecho puede presentarse y disminuir cada pocos minutos o durante varios días y podría relacionarse con el corazón, los músculos, el sistema digestivo o factores psicológicos.
El dolor de pecho se presenta desde una punzada intensa hasta un dolor sordo, también puede manifestarse como una sensación de opresión o ardor. En otros, el dolor se desplaza por el cuello, llega a la mandíbula y luego se irradia a la espalda o a un brazo o ambos.
Las causas del dolor de pecho pueden ser leves, si es el caso del reflujo gástrico y si es grave, puede ser un ataque al corazón. Es importante reconocer las señales de advertencia y prestar atención a los síntomas que las acompañan.
Casi siempre, se atribuye el dolor de pecho a la enfermedad cardíaca, hay personas que sienten una leve molestia en el pecho que no la identifican como dolor. La molestia en el pecho relacionada con un ataque cardíaco o con otro problema cardíaco se puede relacionar con:
Presión, inflamación, ardor u opresión en el pecho
Dolor opresivo o agudo que se extiende hasta la espalda, el cuello, la mandíbula, los hombros y uno o ambos brazos
Dolor que dura más de unos pocos minutos, empeora con la actividad, desaparece y vuelve a aparecer, o varía en intensidad
Falta de aire
Sudor frío
Mareos o debilidad
Náuseas o vómitos
Muchos problemas pueden ocasionar dolor de pecho, que comprometen al corazón o los pulmones. Dado que el dolor de pecho puede indicar un problema grave, es importante buscar atención médica de inmediato.