Diabetes e hígado graso, ¿cuál es el vínculo entre estos dos problemas de salud?

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Diabetes e hígado graso, ¿cuál es el vínculo entre estos dos problemas de salud?

Las personas diabéticas presentan también patología hepática. ¿Sabías que las enfermedades como la diabetes y el hígado graso pueden estar muy vinculadas? De hecho, existe un elevado porcentaje de pacientes que padece ambas. 

La persona con diabetes suma con frecuencia otras comorbilidades que incrementan más aún su elevado riesgo vascular, como puede ser el hígado graso, entidad presente entre el 50%-80% de los pacientes diabéticos según las series, o la dislipemia, entidades ambas con importantes novedades terapéuticas en los últimos años que se han debatido y analizado en la reunión para realizar un correcto abordaje de las mismas.

Un factor que, hay que tener muy en cuenta en el caso de los pacientes con diabetes, pues estamos ante una enfermedad que, implica un elevado riesgo cardiovascular, pero ya en estadios previos, en situaciones de prediabetes, este riesgo ya está incrementado.

La enfermedad hepática grasa es, actualmente, la patología hepática más extendida en el mundo. Hay quien la considera como una patología banal, lo que es, de por sí, cierto en algunos casos; pero hay un porcentaje de pacientes, entre un 5 y un 10 por ciento, que evolucionan a formas más graves, como pueden llegar a ser una cirrosis hepática. “Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado. Hay dos tipos principales: hígado graso no alcohólico y por consumo de alcohol. El diagnóstico suele llegar cuando se realiza una exploración física, analíticas o pruebas de imagen como la ecografía por alguna otra causa. Sin embargo, hay algunos signos que sí nos pueden alertar de que la salud de nuestro hígado está en apuros, como son el cansancio injustificado, las digestiones pesadas o la presencia de fragilidad en las uñas.

Mientras, la diabetes mellitus es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles de azúcar (glucosa) en sangre elevados, debido a defectos en la secreción de insulina, en su acción o en ambas. La insulina es una hormona que fabrica el páncreas y que permite que las células utilicen la glucosa de la sangre como fuente de energía.